Trabajando en equipo.

La verdad es que cuando el profesor nos dijo que debíamos juntarnos para hacer un trabajo del colegio, me molesté. Tenía que viajar media hora hasta la casa de Bautista, se me iba a ir la tarde...

Cuando llegué a la casa, la mamá de Bauti nos dejó la merienda. Luego dijo que se iba a lo de una amiga y nos dejó solos.

Bauti tiene 14, como yo. Es rubio blanco, parece un albino. Es lindo de cara. Yo, en cambio, soy morenito. Estábamos trabajando bastante bien cuando noté que me miraba. Luego bajó la vista y siguió trabajando.

Al rato, noté que me miraba de nuevo. Entonces yo también lo miré.

Fue curioso, no nos dijimos nada, pero yo me di cuenta de que podía besarlo y que no se iba a resistir. Me acerqué y lo besé en los labios. Temí que me rechazara, pero no. Al rato, estabamos besándonos en la boca. Besar a Bauti era como besar a una chica. Incluso, Bauti es más lindo que un monton de chicas que conozco.

Yo llevaba la iniciativa. No sabía donde iba a terminar todo, pero estaba muy excitado. Lo cargué y lo llevé al dormitorio de sus viejos. En la cama nos seguimos besando y comencé a desvestirlo. Pronto lo tenía desnudito, todo para mi.

La verdad es que Bauti se dejaba hacer y yo aproveché. Primero, mientras lo acariciaba (tiene un cuerpo hermoso, lampiño y suave) conseguí desvestirme yo también y llevarlo a una posición donde pude ponerle en la boquita mi pene.

Bauti me la chupaba con esmero y yo gemía de placer. Pero no dejé que me llevara al orgasmo. Quería correrme dentro suyo.
Él estaba boca arriba. Le levanté las piernas y lo penetré despacito. Gimió un poco, pero no le hice daño. Entonces comencé a penetrarlo una y otra vez. Entonces el que gimió fui yo, porque eyaculé.

Él todavía no lo había hecho, así que esta vez fui yo quien le hice sexo oral. Lo que más me gustaba era oir sus gemidos. Finalmente sentí el chorro de semen.

Quedó exhausto. Yo sin embargo seguía con mucha fuerza. Estaba excitado otra vez y seguí besándolo, mientras lo acariciaba con pasión. Noté que tenía energía para otro polvo y me acosté a su lado y, lo penetré otra vez.

Gozaba acariciando su vientre y su cuerpo mientras iba y venía. Finalmente lo di vuelta y contemplando su hermoso rostro, eyaculé en su boca.

Ahora yo también estaba agotado. Nos abrazamos, desnudos, mientras nos recuperábamos.

Nos dimos juntos una ducha y nos vestimos. Poco después llegó la mamá de Bauti. Se preocupó porque nos vio agotados.
"Les están dando muchos deberes, esto es una barbaridad"

Pero Bauti dijo: No te preocupes, mas. Con Jesse estudiamos muy bien. Y mientras me guiñaba un ojo, me decía: "Tenemos que repetir esto".

Por supuesto que sí.
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