> Iglesia = Corrupción.

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Enviado por… Agustín (Zaragoza). Publicado por… Rodrigo Rodríguez. Categoría… ¿Que cuentas?.

• Imagen: Suplemento “El Polvorín”.

A ver, la iglesia nos intenta avisar de que estamos entre el cielo y el infierno, y según como nos comportemos si hemos sido chicos buenos o malos iremos a uno de estos dos sitios a pasar nuestras eternas vacaciones después de muertos.

Si vamos al cielo, estaremos rodeados de ángeles en pañales que tocan la trompeta, podremos volar por las nubes y hablar con Dios de tú a tú mientras nos comemos un bocata de Philadelphia, de acuerdo, suena bastante bien.

Si vamos al infierno, estaremos todos los que nos queda de nuestra eterna vida después de muertos sudando como pollos y ahora nos dan a elegir, o bien trabajar a pico y pala las 24 horas del día cavando túneles que conducen a “Dios” sabe que lugar (supongo que no querrán montar el metro), o bien podemos dejar que nos apliquen técnicas sadomasoquistas y que nos aten con cadenas y nos azoten un par de demonios fuertotes.

Decir también que a nosotros nos hizo Dios mientras jugaba con el barro una tarde de verano, aunque eso es una historia aparte, por cierto, apóstoles, de tú a tú, pasadme un poco de esa mierda que fumáis.

Tampoco olvidar que Dios hizo el mundo en siete días con la punta de su dedo, aunque viendo la sociedad en la que vivimos, más bien pienso que lo hizo con la punta de la polla, en fin… son ideas personales.

Dios está en todos lados, ¡cuidado donde pisáis!, podéis hacerle daño. Cada planta, cada árbol, cada cosa que decimos, hacemos o pensamos, en fin, él nos vigila las 24 horas del día, estamos en una especie de gran hermano universal, si saludamos hacia el cielo, seguro que nos ve y nos señala con el dedo, como si fuéramos hormigas.

Y yo digo, ¿qué mierda es esta?, ¿porqué insisten en lavarnos el cerebro?, ¿realmente es tan dura la realidad que se inventaron este puñado de historias disparatadas para encubrirla?.

Primero decir, que la Iglesia promete mucho, perro ladrador poco mordedor, prometió acabar con el hambre en los países pobres y porque no, en la Tierra, en Saturno, en Marte y también en Urano. Pues ahí están, millones de personas muriendo de hambre mientras que ellos invierten en bolsa en vez de hacerlo en darle de comer a los que lo necesitan.

Otra cosa que decir es que saben mucha información que no desean compartir con nosotros, saben secretos sobre la historia del ser humano que guardan bajo llave, y por muy santos que sean, seguro que saben callarle la boca aquel que se percate de algo.

También decir que antiguamente la gente tenía que pagar para que les perdonaran los pecados, menudo negocio, supongo que Dios se llevaría un beneficio, al fin y al cabo es quien tiene los derechos de la fe, y eso es lo que usa la Iglesia para sacarse sus ahorros.

Ni mencionar de las vidas inocentes que se ha llevado por delante esta maldita secta son su famosa Inquisición y su caza de brujas. Aunque porque no perdonarles, son tan monos, ya han dicho que lo sienten.

Aunque para mono el Papa cuando sale al balcón a saludar. Por cierto, se podrían inventar a un nuevo superhéroe, al igual que Batman tiene su Batmovil, el Papa tiene su Papamóvil, no corre tanto, pero es más seguro.

En definitiva, la Iglesia no es más que una secta que intenta lavarnos el cerebro, nos oculta tal vez los secretos que resolverían los misterios más importantes de la humanidad, hace lo posible por manipularnos, y realmente, no hacen nada bueno por nadie, si tienen dinero no va para los pobres, si no para sus bolsillos.

Sólo me queda aclarar que no tengo la "Biblia" ni pienso tenerla nunca ocupando ni siquiera el rincón más polvoriento de mi estantería, ¿y para que ir a la Iglesia?, si Dios está en todos lados que venga él a verme.

De chico si que creía en Dios, ahora sí que creo, pero en una fuerza superior a nosotros, sé que hay algo más después de todo esto, ya que creo en los fantasmas, y he sufrido acontecimientos que al menos para mí ya son suficientes como para saber que hay algo después de la muerte y no precisamente el cielo ni el infierno. Si que estoy bautizado, que iba a hacer, era muy chico, no tenía aún uso de razón. Pero ahora que soy más mayor y tengo mi propia forma de pensar, sé que no pertenezco a ninguna religión, tal vez tenga mi propia religión, una religión personal que no pienso compartir con nadie, una religión basada en mi forma de pensar y en mis ideales.

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