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Fuente: audiokat / todomusica.
Imagen: laguiago.

Seguramente se temieron lo peor cuando les ofrecieron abrir el concierto de “Los Ramones” en A Coruña (Galicia – España). Fue a finales de 1.981 y los Los Suaves apenas tenían mayor experiencia que la de tocar antes unos cuantos allegados en pubs de Ourense (Galicia – España). El cuarteto "ramoniano” tenía un público feroz, de raíz netamente punk y poca paciencia con el grupo de apertura. Pero Yosi y compañía ganaron el reto y hasta fueron felicitados por los de Nueva York.

Aquella valiente actuación de Los Suaves fue el inicio oficial de una carrera que veinte años después, ha ofrecido conciertos frenéticos por toda la geografía nacional (en Argentina y Portugal también arrasan) y discos donde el rock and roll duro se pone a disposición de unos textos que pasan de la euforia de la fiesta a la decepción por los sinsabores de la existencia. Es la contradicción pública en que incurren Los Suaves, la misma que reconocen abiertamente y que el público acepta con rotunda satisfacción.

Los Suaves es una banda de Rock and Roll que se formó en Ourense (Galicia – España) a inicios de la década de los ochenta por los hermanos Charly (bajo) y Yosi Dominguez (compositor y vocalista). Al poco tiempo de haber fundado el grupo, ingresan los guitarristas Ramón “Moncho” Costoya y Hermes Alogo Mebuy. Asimismo, el batería Ángel “Gelo” Barrio también se incorpora a Los Suaves.

“Esta vida me va a matar” (1.982) fue la primera referencia discográfica para un pequeño sello gallego (Edigal). La producción no es la mejor pero se ve suplida por la calidad de las canciones, a las que solo el tiempo acabaría por colocar en un lugar destacado dentro de la discografía del grupo.
Se inicia con “Peligrosa María”, todo un clásico de la primera época suave, a la que sigue “Mártires del rock and roll” en homenaje a todos los que han caído en el camino del rock y destaca “Siempre igual”, rechazo de la vida rutinaria y verdadero himno desde entonces.

“Frankenstein” (1.984) dejó dos enormes canciones para el recuerdo: “Cuando la música termina” y “Una ciudad llamada perdición”. Con “Ese día piensa en mí” (1.987), Los Suaves alcanzan un punto álgido de composición. Yosi se duele del final trágico de Phil Lynott, además de dejarnos dos piezas sensacionales, la espléndida “Dolores se llamaba Lola” y “No puedo dejar el rock”, adicción que reconoce y honra al grupo ourensano.

Con “Gelo” Barrio como batería definitivo, Los Suaves graban entre Madrid y Barcelona el doble cd en vivo “Suave es la noche” (1.989), arrebatado recorrido por el repertorio propio, amén de una versión del viejo conocido que el Johnny B. Goode. La siguiente internada en en el estudio cuenta con la novedad del formidable guitarrista Alberto Cereijo, que proviene de escuela norteamericana, tiene depurada técnica y conoce a fondo los secretos del rock duro. Así las cosas, “Maldita sea mi suerte” (1.991) ofrece canciones de alto interés como la que da título al trabajo, la bella “Pardao” e incluso un interminable viaje guitarrístico con múltiples invitados en “La noche se muere”.

En 1.993 ha llegado la hora de la explosión. Muchos son los años de carretera, pero las ventas son el espaldarazo y Los Suaves, entonces, dan el salto a una multinacional. Polydor se hace con sus servicios tras una fuerte puja entre las grandes compañías y de edita “Malas noticias” (1.993), con un Yosi malherido en portada. No hay cuidado: la obra ofrece largos temas con sus ideas (la muerte, la vida, el amor, el destino…) y una marcha excepcional.

Un año después “Santa Compaña” (1.994) ofrece a unos pletóricos Suaves en un trabajo empapado de su tierra con “El afilador”, “Dulce castigo” o “Pobre jugador” como algunos de sus elementos estrella.

Luego, el doble (triple en algunas ediciones) “Hay alguien ahí” (1.996) revive la orgía rocanrolera que Los Suaves saben compartir desde un escenario. Esta vez la elegida es Cantabria (España), pero lo importante es que esté representada toda la afición “Suave” que ha ido creciendo y multiplicándose a un ritmo impresionante. Thin Lizzy, el gran amor de este grupo, tiene un par de adaptaciones como homenaje.

En 1.997 sale a la venta “San Francisco Express”, otro tributo a la tierra propia, de la que Los Suaves son embajadores rockeros de excepción. Otra obra monumental, con la guinda de una revisión gloriosa de “Antisocial” (original del grupo francés Trust).

Llegamos a “Víspera de todos los santos” (2.000), la muy esperada concepción de Los Suaves para el 2.000. Yosi, Charly, Alberto y Gelo lo han grabado y el nuevo fichaje, Fernando, espera con impaciencia el momento de debutar en directo. Fernando Calvo ya interviene en la grabación de “Un paso atrás en el tiempo” (2.002) y en los discos y directos posteriores de la banda.

Para el 2.005 presentan “El jardín de las delicias” y dos años más tarde aparece un set de dos discos titulado “Pack vital”, que incluyen los discos “Si yo fuera Dios” (2.003) y “El jardín de las delicias” (2.005).

En enero de 2.010, casi cinco años después de su anterior trabajo discográfico, Los Suaves sacan a la luz su undécimo disco “Adiós adiós”, dejando claro que esas palabras son un grito de bienvenida, supone la confirmación de la banda como una de las que se encuentra en mejor forma dentro del panorama del rock nacional, hecho que se confirma en junio de ese mismo años con el anuncio de la grabación en Ourense, el 18 de Septiembre de 2.010, de un DVD en directo que se planea titular “29 años, 9 meses y 1 día”.

La grabación se anuncia que será puesta a la venta junto con un doble CD y un libro a finales de año. Durante la rueda de prensa realizada para la presentación del evento la Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ourense anuncia el inicio del procedimiento requerido para la concesión a Los Suaves de la medalla de oro de la ciudad.

El 17 de septiembre de 2.010 se les concede dicha medalla y la Sociedad Filatélica Miño realiza la presentación de un sello de Los Suaves.

Los Suaves, garantía de espectáculo en directo, textos reflexivos y doloridos y, sobre todo, rock and roll, mucho rock and roll. ¿A alguien puede sorprender que sean los propios aficionados quienes les hayan votado como mejor grupo sobre un escenario?.