> Las locas aventuras con el Opel Astra.

opel astra Este es mi coche, concretamenente un Opel Astra de 5 puertas, pero de color negro. En esta ocasión os voy a contar las aventuras y desventuras que he vivido con este coche que desde el primer día que lo vi, me enamoré completamente.

Pero bueno, vamos al lío.

Todo comenzó hace cuatro años (2.006) decidí comprar un coche (el que usaba antes era el de mi padre, un Opel Kadett, que era más duro a la hora de girar el volante y que me traía por la calle de la amargura) y mirando marcas, modelos y perder totalmente la cabeza en busca de un coche que me gustara mucho, ya que lo que había visto mediante papel y en concesionarios no me convencía mucho.

Cansado de tanto buscar, mi padre me recomendó que mirase un Opel (única marca que aún no había visto, aunque parezca mentira) y busqué catálogos, hasta que vi el modelo de la foto, nada más verlo fue como un flechazo, como un amor a primera vista y después de mirar mi saldo en el banco y gracias a la ayuda de mis padres me pude comprar el mismo modelo, pero en color negro que veis en la foto.

Una vez adquirido dicho coche, digamos que lo inauguré haciendo un viajecito por Sada, para darle brio y como decía mi padre, “para darle un poco de marcha al coche”. En ese instante me sentía como un niño con un juguete nuevo, todo emocionado y feliz de tener un coche de mi propiedad.

Verano 2.007:
Estando de vacaciones, volvía a Celanova, a pasar una semana de vacaciones y después a Ourense a visitar a unos amigos.

La noche de las fiestas de San Roque (14 de Agosto) me fui por la noche desde Ourense a Celanova a disfrutar de dichas fiestas y lo que me pasó a continuación es una cosa increíble, que seguramente no me creeréis. Sufrí 3 controles de alcoholemia en menos de 1 hora.

Después de pasar los dos primeros controles y cuando ya estaba justo de llegar a Celanova, vuelvo a ver a los Guardias Civiles que me hacen señas para que parase y pasó lo siguiente:

Guardia Civil: “Buenas noches caballero, le vamos hacer la prueba de alcoholemia, ¿hizo alguna vez usted dicha prueba”.
Yo: “Si, agente, hará como hace 10 minutos…”
G.C: “¿Sé cree usted muy simpático señor?.
Yo: “No agente, le estoy diciendo la verdad, aquí tiene usted las pruebas de que hice dicha prueba”.
G.C: “De acuerdo, por favor, deme su carné de conducir”.
Yo: “Aquí tiene”.
Vamos, que debí de pillar al agente de malas porque vamos, el muy puñetero me tuvo retenido 1 hora.

Verano 2.007:
Estando mi coche estacionado el la otra acera de la cafetería donde suelo ir habitualmente, mientras estaba tomando un refresco con los amigos, me fijo en que una persona se sube al coche que estaba delante del mío y tenía un espacio razonable para darle marcha atrás y salir tranquilamente a la calzada.

Pues bien, cuando se disponía a salir, no sé que le pasó, que le dio marcha atrás que me rompió el faro derecho delantero… Yo salí rápidamente al ver tan golpe y cuando veo que la persona se baja de su coche dice: “Mi audi, ay mi audi que lo he destrozado”.

Yo al oír tal situación le solté a esa persona: “Ay tu audi, ay tu audi y al mío que le jodan ¿no?”.

Después de rellenar el parte amistoso de accidentes me dispuse a llevarlo al taller… vamos, que estuve 1 mes sin coche.

Invierno 2.008:
Resulta que tenía que hacer un viaje hasta Santiago de Compostela por motivos laborales y como salí tarde de trabajar se me ocurrió la genial idea de ir esa misma noche a casa.

Pues bien, estando por la carretera, al coger una curva, pisé una placa de hielo y el coche empezó a dar vueltas como la manecilla de un reloj y tuve suerte de que no vinieran coches en sentido contrario, porque sabe Dios si ahora estaría contándolo.

Una vez que el coche dejó de dar vueltas, estuve varios minutos dentro del coche, inmóvil hasta que decidí bajar del coche y ver si había sufrido daños y sólo tuve una abolladura en la parte trasera del coche.

Diciembre de 2.009:
Iba yo todo pancho conduciendo de camino a casa y oyendo un CD que me había grabado Celso cuando de repente oigo “¡¡ PUM !!”, me asusté, pensando que había caído algo por la carretera y de repente el volante se me empieza a ir a la derecha, ante la duda, paré el coche en un arcén y me dispuse a mirar si le había pasado algo al coche.

Mirando mirando me fijo en la rueda delantera derecha del coche, había sufrido un pinchazo, del estrés acumulado que tuve del trabajo y de la mala leche que estaba me dispuse a darle una patada al coche diciendo “Me cago en tu madre, no puede ser” y me dispuse ir al maletero a por la rueda de repuesto y una vez que le había sacado las tuercas intenté sacar la rueda, pero no daba. Preso de la ira le empecé a dar patadas (de nuevo) y entre patada y patada decía “Ostia… sal… de… una… puta… vez… joder…” hasta que la di quitado.

Onion - Rodrigo Puse la rueda de repuesto, le puse las tuercas y puse las herramientas de trabajo, pero claro, unos metros más adelante tuve que volver a parar  porque… porque… ¡¡ ME HABÍA OLVIDADO DE LA RUEDA PINCHADA !!.

Estas son algunas situaciones de las tantas que he vivido con este coche, como pudisteis leer hubo situaciones divertidas y que no lo fueron tanto.

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5 comentarios

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13 de febrero de 2010, 17:56 delete

Había que verte en esa situación, la de la rueda pinchada, debió de ser un show.

Salu2.

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Unknown
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13 de febrero de 2010, 18:14 delete

Yo tengo la versión antigua de este coche y vamos, me dan ganas de tirarlo por un barranco... anda que no tuve problemas con él.

Un abrazo.

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13 de febrero de 2010, 23:46 delete

Desde luego lo tuyo es de juzgado de guardia.

Menudas movidas tuviste ¿no?.

Menos mal que me pude echar una risas con las situaciones, sobre todo con la última.

¡¡ UN BESITO !!

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Gabriel
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14 de febrero de 2010, 8:41 delete

Hombre, divertidas divertidas... no se puede decir que hayas tenido mucha suerte con tu coche, no? Mi primer coche fue un lada, viejo, pero más duro que la madre que lo parió. Lo último fue que se le cayó el espejo retrovisor y tuvo que ir mi mujer todo el camino sujetándolo. Un abrazo!

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Anónimo
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14 de febrero de 2010, 12:58 delete

hombre el coche no te a dejado tirado nunca y con lo mal que lo tratas,creo que eso de pegarle patadas al coche deberias de ir a un psicologo colega.

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