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- Fuente: 20minutos (Pulsa el enlace para ver el resto de testimonios).
Una promesa. Un homenaje. Superación personal. Ganas de vivir una experiencia nueva. Creencias religiosas. Reflexión… Son sólo algunas de las razones que llevan a muchas personas a ponerse en pie y caminar cientos de kilómetros con la mochila a cuestas ya nieve, llueva o es asfalto se derrita por el calor, para culminar el Camino de Santiago. Una ruta que este año aún tiene más caminantes que de costumbre, ya que 2.010 es Año Xacobeo (cuando el 25 de Julio, día de Santiago, cae en domingo).
Pero, ¿que tendrá el Camino de Santiago para que lo haga tanta gente, que además en muchos casos repite?. Allí coinciden personas de distintas ideologías, religiones y manera de ver la vida. Y se apoyan entre ellos, se ayudan y se escuchan. El Camino parece impregnado de un nosequé misterioso, o al menos así lo señalan los peregrinos, que hace que lo que lo transitan vuelvan cambiados de alguna manera. Y es que hermanamiento, solidaridad y reflexión son quizás las palabras que los peregrinos más repiten cuando recuerdan la experiencia.
Esto mismo le ocurrió a Manuel y Lola, una pareja residente en Madrid, quienes hace cinco años decidieron hacer una parte del Camino y desde entonces todos los años realizan una serie de etapas. El primer año comenzaron en Piedrafita (Lugo). Llegaron hasta Santiago y les gustó tanto que al año siguiente comenzaron en Saint Jean Pied de Port (Francia), donde arranca el Camino Francés, para terminar este año de nuevo en Santiago. No todas las jornadas caminan las mismas horas; pueden andar desde 15 hasta 40 kilómetros, según el día.
Lola cuenta que un día en el Camino comienza para ellos a las 06h30. En media hora recogen y se ponen en marcha, para andar unas dos o tres horas. Ahí llega el primer descanso para desayunar y reponer fuerzas y, de nuevo, siguen la ruta. Otras dos o tres horas después vuelven a descansar y, tras este parón, el último esfuerzo, para llegar al albergue en trono a las 14h30 o 15h00 y coger cama. Las tardes las aprovechan para descansar y visitar la zona. Después, cena frugal y a dormir pronto.
Lo más duro son “los primeros días, hasta que te haces al ritmo”, detalla. El Camino les ha hecho darse cuenta de que “en una sociedad con tanto estrés, ya sea por el trabajo, el ritmo de vida, las responsabilidades, etc…, casi no tenemos tiempo para relacionarnos con la gente que nos rodea. Pero allí te das cuenta de que hay mucha gente solidaria, con ganas de conversar y de ayudar”. Además, resalta que el Camino “vives el presente, cuando lo habitual en la vida cotidiana es que pienses más en el futuro o recuerdes el pasado”.
Iosa y Arantxa viven en Hernai (Guipúzcoa) y desde 2.007 todos los años recorren parte de la ruta. El primer año, Iosa recuerda que lo pasó mal por las “siete ampollas que me salieron”. Ahí entendí que lo llamen “El Camino de las Estrellas”. Para este peregrino de 42 años, una vez que has hecho el Camino “ya no eres el mismo. Ves tus miserias, tus límites, alegrías… Y es una escuela alucinante”.
Habla maravillas de todo lo experimentado. Tanto a nivel físico como emocional. No obstante, apunta que en torno a la ruta se ha hecho “un negocio impresionante”. Por una parte, muchos pueblos pequeños se han revitalizado gracias a los peregrinos, pero, por otra, “se ha encarecido todo”. Y eso que todos estos peregrinos son de mochila y albergue, cuyo precio es de 5 euros la noche si depende de la Xunta de Galicia y de entre 6 y 10 euros si es privado.
Todos los peregrinos coinciden en recomendar la experiencia, aunque sólo sean unas etapas, porque lo que vives allí, te cambia.
“Buen camino”, como dirían los peregrinos al cruzarse por la ruta.
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> 10/04/10 Leyendas del Camino de Santiago.
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6 comentarios
Write comentariosLo del "Camino de las estrellas" está genial, je,je.
ReplyYo le veo un pero, sobre todo este año, está demasiado masificado.
Ya se que no es lo mismo, pero yo prefiero hacer senderismo por otras zonas.
Saludos Rodrigo.
Claramente el camino siempre deja huella, los peregrinos lo dejan claro todos los días en nuestra web…Buen artículo!
ReplyRecuerdo yo estando en Santiago, en la plaza del Obradoiro dos peregrinos que se abrazaron en lágrimas y dijeron "LO CONSEGUIMOS, MERECIÓ LA PENA".
ReplyUn buen artículo, te quedó estupendo.
Un abrazo.
Yo admiro a esa gente que se pega esas "pijadas de andar" para ver al Apostol, quizás sea porque yo voy casi todos los años a verlo aunque no sea andando y siempre me emociono al llegar.
ReplyBesos
Nela
Te ha quedado un artículo fantástico, yo también admiro a esos peregrinos se se hartan de andar hasta llegar a la meta, en este caso a Santiago.
Reply¡¡UN BESITO!!
Hola de nuevo!!
ReplyTe escribo desde xacobeo porque estamos organizando un concurso para personas que escriben sobre el camino de Santiago y creo que puede ser interesarte.
http://camino.xacobeo.es/es/comunidad-peregrinos/concurso-xacoblogs
El premio para el ganador es un Ipad ;-)
Espero que sea de tu interés
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